Algo está por suceder: Prepárate
- Álvaro Otálvaro Rojas
- 26 may
- 2 Min. de lectura

Leer Hechos 2:1-4 "Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen"
Al igual que hoy día, había quienes no entendían lo que estaba ocurriendo, pero otros estaban atentos, expectantes, sabiendo que algo estaba por suceder. Este 1 de junio de 2025 no será un día cualquiera. Será un momento extraordinario para aquellos que están apercibidos y discerniendo los tiempos espirituales.
Ese domingo, al ocultarse el sol, el pueblo del Señor comenzará a celebrar Shavuot, la segunda de las tres grandes fiestas del Señor en este año. Mientras muchos recordarán ese día como la entrega de los Diez Mandamientos en el monte Sinaí, nosotros celebraremos algo aún más glorioso: ¡la venida del Espíritu Santo!
No fue solo una visita; Él vino para quedarse. Dios mismo, en nosotros, con nosotros y sobre nosotros. El Espíritu Santo es quien nos capacita para vivir una vida victoriosa, una vida que agrada al Padre. Su presencia es el mayor regalo, la fuente de poder y transformación que necesitamos.
Recibe la palabra profética:
Prepárate porque el segundo semestre del 2025 experimentaras la visitación mas poderosa del Espíritu santo que hayas vivido hasta ahora. El primer día del segundo semestre marcará el inicio de una temporada en la que el Espíritu Santo se manifestará en tu vida y en la de tu familia con sueños, visiones, sanidades y milagros financieros que glorificarán al Padre, y la gente sabrá que verdaderamente Dios está contigo. Y cuando digo prepárate, me refiero a que levantes tu expectativa, incrementes tu oración, tu periodicidad de congregarte, sea virtual o presencialmente, tu nivel de adoración y en general tu intimidad con Dios.
Amén.
Amén🙌
Lo recibo, amén 🙌