Jesús: Rey de las tormentas
- Álvaro Otálvaro Rojas
- 3 mar
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 6 mar

Leer Mateo 14:27 "Pero Jesús les habló de inmediato: —No tengan miedo—dijo—. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí!"
¿Estás pasando por un momento oscuro y difícil en tu vida? Tal vez estés pasando por una furiosa tormenta que no te da descanso y sientes que en cualquier momento puedes hundirte porque no puedes superar la situación.
Hoy vengo a decirte de parte de Dios que cobres animo, porque Jesús ve lo que estás atravesando y él siempre viene a ti en tu hora más oscura. Él hizo eso por sus discípulos una noche oscura en el Mar de Galilea. Jesús vino, caminando sobre las tempestuosas aguas, caminando por encima del problema que amenazaba con sobrepasarlos. ¡Él es verdaderamente el Rey y Señor sobre las tormentas!
Cuando tus ojos están puestos en Cristo, incluso aunque las tormentas estallen y los vientos soplen, sabrás que tú estás por encima de tus problemas y circunstancias. Cuando la gente te pregunte cómo estás sorteando las circunstancias, diles: "Yo no estoy bajo las circunstancias. ¡Estoy por encima de ellas porque mi Dios está por encima de todo!"
No tengas miedo. Jesús vendrá a ti caminando en las aguas tempestuosas. Escucha su voz reconfortante diciéndote: "¡Ten ánimo! soy yo; no temas".
Y mientras contemplas a Jesús, te vuelves como él. Te encontrarás a ti mismo haciendo cosas que no sabías que podías hacer. Como Pedro, caminarás sobre el agua. Esto sucede cuando estás ocupado en la persona de Jesús, en sus recursos, amor, sabiduría, habilidad, poder y majestad.
Amigo mío, incluso en los momentos en que apartas tus ojos de Jesús, Él nunca aparta sus ojos de ti. Y cuando clamas a él, él te extenderá inmediatamente su mano para agarrarte. No te hundirás.
Puede haber ocasiones en las que no puedas encontrar el camino de regreso. Jesús entonces te tomará de la mano y te llevará de regreso al bote. Y como Pedro, te darás cuenta de que con tu mano en la suya, ¡la tormenta pasará!.
Oración en voz alta:
Señor Jesús, te doy gracias por estar siempre conmigo. Hoy reconozco tu estas por encima de toda circunstancia adversa y en el nombre de Jesús le ordeno a la dificultad, ¡quítate y échate a la mar! pues mi Dios no solo me da paz en medio de la tormenta, sino que tiene el poder sobre ella, para desaparecerla.
Amén.
Amén estoy segura que Jesús ganó está batalla,creo y confío en mi Dios ,que una vez más me saca adelante en esta nueva batalla ,