¡Jesús te dio Autoridad: Úsala!

Leer Mateo 21:23 NVI "Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se acercaron los jefes de los sacerdotes y los líderes religiosos del pueblo. —¿Con qué autoridad haces esto? —lo interrogaron—. ¿Quién te dio esa autoridad?"

Los liderazgos religiosos se la pasan debatiendo y cuestionando a los que ejercen la autoridad que Jesús nos delegó a toda su iglesia.

Estimado amigo, entre menos religión tengas, tus probabilidades de conocer a Dios, tal como es Él, se aumentan exponencialmente. La Biblia nos dice de un hombre que ni era judío, ni sabía de doctrinas, ni de rituales ni costumbres religiosas, pero que pudo reconocer la autoridad que Jesús tenía. Mateo 8:5-10 "Entrando Jesús en Capernaúm, vino a él un centurión, rogándole, 6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. 9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe"

Después de resucitar, Jesús dijo que toda autoridad en el cielo y en la tierra le habían sido dadas y nos la delegó a nosotros. Así que no te dejes envolver en debates sectarios que no sirven para nada. Habla como hablo Jesús: "Yo iré y le sanaré", ejerce la autoridad que Dios te ha dado, sana los enfermos, liberta a los que están oprimidos, saca de tu casa la enfermedad, la discordia, la ruina y todo lo que el enemigo haya arrojado sobre tu vida, en el nombre poderoso de Jesús.

Recibe la palabra profética:

Jesús dijo que el Reino de los cielos sufre violencia y solo los violentos lo arrebatan. Así que deja de quejarte por las circunstancias, levántate a orar y a ejercer la autoridad que ya Jesús te dio. Verás como todo empezará a cambiar para bien y este segundo semestre de 2025 conquistarás lo que no habías podido, en el nombre poderoso de Jesús.

Amén.